El mismo lado del arcoíris: Judy Garland.

junio 04, 2019

Al momento de escribir esta entrada aún no tengo claro cómo voy a titularla, por el momento me limito a llamarla como sobre quien voy a hablar: Judy Garland. 

Aunque ese no siempre fue su nombre, antes de hacerse famosa era Frances Ethel Gumm, y antes de convertirse en la estrella de la Metro-Goldwyn-Mayer bailaba y cantaba junto a sus dos hermanas mayores en el teatro de sus padres. 

Siempre una niña prodigio del espectáculo, Judy creció como una promesa para la pantalla grande. Cumplió muchas de las expectativas que se tenían sobre ella, pero a un muy, muy gran costo.



La niña que soñaba con ir al otro lado del arcoíris, protagonista de El Mago de Oz, en la actualidad película de culto. En un comienzo quise evitar mencionar la película que le ganó su lugar entre las grandes actrices de Hollywood, pero ahora me parece imposible. ¿Sabían que Judy Garland es considerada un ícono gay por su interpretación de Dorothy? yo hasta hace unos días no tenía idea, pero me hace mucho sentido.

Un lugar de fantasía, lleno de extraños personajes, entre ellos 3 que destacaban del resto: un león sin valor, un hombre de hojalata sin corazón y un espantapájaros sin cerebro; Dorothy se hace su amiga y los ayuda, a pesar de ser tan "raros". La pequeña niña entregaba un mensaje aceptación y respeto, algo que en aquellos años parecía solo ser posible en Oz. 

La interpretación de Judy en aquella película es en verdad solo una muestra de todo el talento que tenía por demostrar (no por nada ganó el, ahora extinto, óscar a "mejor actriz juvenil").  Sería asombroso hoy poder  decir solamente que luego de El Mago de Oz la sigue una larga lista de éxitos, pero restringirnos a eso sería dejar de lado su vida, su historia, y a ella puramente como persona.



Hace poco vi un documental sobre su vida, donde mostraban unas grabaciones que Judy hizo con la intención de escribir una autobiografía. "Estoy loca, estoy bastante loca, y a la vez lo bastante cuerda como para escribir un libro. Y voy a hablar porque puedo hacer algo además de cantar, ¿Saben? No siempre tengo que estar cantando una canción. Hay algo detrás del hombre que fue más allá del arcoíris y la canción del carrito. Hay una mujer. Hay tres niños. Estoy yo. Hay mucha vida detrás. Yo.. quise… creer, y puse todo mi maldito empeño en creer que podría ir más allá del arcoíris. Y no pude. ¿Y qué? Mucha gente no puede". decía. 

Desórdenes alimenticios, depresión, paranoia fueron algunas de las secuelas que le dejaron su  fuerte exposición a drogas (anfetaminas, barbitúricos y benzedrina) desde temprana edad. Su madre se las daba desde niña para potenciar sus actuaciones, y más tarde, a los 13 años, MGM se las recetaron para controlar su peso. Querían hacerla una mejor estrella, pero terminaron hundiendo, no solo su carrera, sino también a ella como persona. Siempre insegura, tanto antes como después de recibir su primer protagónico, Garland muchas veces sintió que el estudio la desplazaba para darle papeles importantes a actrices más adultas y más bellas. En 1941, llegó su momento de brillar junto a dos de estas, Hedy Lamarr y Lana Turner, en una de mis películas favoritas: Ziegfeld Girl.




Si nos ponemos en la perspectiva de Judy, el papel que interpretó en aquella ocasión se acercaba mucho a lo que vivía en esa época. Una chica joven, que aspiraba a convertirse en una gran estrella.  Pero aún compartiendo la gran pantalla con Lamarr y Turner, Garland no lograba igualarse a ellas, seguía siendo una niña inocente con muchos sueños. 

Es curioso, en la actualidad, ver videos de judy actuando en su juventud. Es fácil, e incluso es mucho más cómodo, solo ver una joven cantando y pasandola bien. Si intentamos ponernos en sus zapatos el sentimiento que evoca cambia bastante. 

Judy comenzó su carrera en la Gran depresión, su contrato con la Metro-Goldwyn-Meyer solventaba a su familia. Su madre y el estudio la obligaron no sólo a hacer cualquier papel que les pareciera conveniente, sino que a consumir sustancias para que mantuviera la imagen que ellos podrían aprovechar. 

En alguna ocasión Judy, con 16 años, participó en un sketch muy, muy racista. Y aunque me gustaría hacer como que no sucedió, debo reconocer que es parte de su historia, una historia que en gran parte escribieron por ella, donde no tuvo mucha voz ni voto.

Por otro lado, este clip es uno de mis favoritos, no solo porque me hace gracia la estética y el humor de la época (1938), sino porque comparte la pantalla con otra de mis actrices favoritas, Fanny Brice. Se me hace difícil que en esta misma película Judy Garland realizó blackface. 


Un talento inigualable, eclipsado por la manipulación de todo aquel que quisiera hacer dinero con ella. Una estrella con personalidad frágil, que no supo lidiar con ella misma. En este momento, las palabras de Judy siguen sonando en mi cabeza. puse todo mi maldito empeño en creer que podría ir más allá del arcoíris. Y no pude. ¿Y qué? Mucha gente no puede.

Conociendo los fragmentos de su vida que se nos han mostrado, más allá de su talento como actriz y cantante, suena injusto e insensible llamarla una inspiración. Soy empática, creo que Judy Garland fue una más de la larga lista de víctimas de Hollywood. 

Las películas de Judy me inspiran mucho, como muchas producciones de la época lo hacen, pero su vida en específico me incentiva a cuestionarme muchas cosas de la industria cinematográfica, y los medios en general. Judy es una de las muchas mujeres que tengo presente al momento de crear. 

Una figura de diversidad, de lucha contra contra la depresión y las adicciones, de inseguridad, de talento. 

Solo una chica, con muchos sueños, que no logró ir más allá del arcoíris.

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2 comentarios

  1. He amado tu articulo, siempre estoy en busca de mujeres que me inspiren!

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    1. Gracias por comentar! espero escribir más cosas así!

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